Qualquer um sabe proferir palavras enganadoras;
e me tomando devagar,
como o mar avança na praia,
como eu sei que tem que ser
e sei que um dia será.
Claudia Mrczac
pindaro
O acaso é o grande mestre de todas as coisas. A necessidade só vem depois, não tem a mesma pureza.
Luis Buñuel
Pindaro
«Os grandes defeitos são tão profundos que uma pessoa não vê nada à superfície excepto o sorriso.
E as grandes experiências definitivas só sucedem uma vez, infelizmente!
Sim, só tens direito a uma dentada na cereja.
A longa noite aproxima-se, e a treva é explícita.
Bebe como os tigres bebem, furtivamente.
(...)
Uma ideia é como uma ave rara que não pode ser vista.
O que uma pessoa vê é o estremecimento do ramo de onde ela acaba de levantar voo.»
Lawrence Durrel
pindaro
No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.
Pedro Salinas
pindaro
Este silencio,
blanco, ilimitado,
este silencio
del mar tranquilo, inmóvil,
que de pronto
rompen los leves caracoles
por un impulso de la brisa,
Se extiende acaso
de la tarde a la noche, se remansa
tal vez por la arenilla
de fuego,
la infinita
playa desierta,
de manera
que no acaba,
quizás,
este silencio,
nunca?
Eliseo Diego
pindaro
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia si límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Pablo Neruda
Pindaro
